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Hacer deporte es algo que todos deberíamos incorporar a nuestra rutina diaria, cada uno con la intensidad acorde a sus capacidades, tiempo libre y edad. Cualquier actividad que nos aparte del sedentarismo supone un beneficio para nuestra salud e incluso para nuestro estado de ánimo.
Practicar deporte es muy recomendable ya que aporta numerosos beneficios a distintos niveles:
Practicar ejercicio físico de forma regular contribuye a fortalecer nuestro corazón de forma que éste bombea la sangre a las distintas partes del cuerpo con menos esfuerzo disminuyendo así el número de latidos por minuto a la vez que mejora su contracción y disminuyendo así la hipertensión.
El deporte ayuda a mantener el peso corporal lo que repercute directamente sobre los valores de tensión arterial.
Así, a nivel cardiovascular el deporte hace que nuestro corazón trabaje de forma más eficaz disminuyendo el número de latidos en reposo y aumentando la cantidad de sangre expulsada en cada latido.
Para personas con valores altos de tensión se recomienda el ejercicio aeróbico de forma prolongada y de intensidad moderada (correr, caminar, nadar, bicicleta).
Los huesos, al igual que los músculos se fortalecen al hacer ejercicio. El deporte además de aumentar nuestra densidad ósea nos ayuda a aumentar la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación lo que es fundamental en la prevención de caidas y fracturas en personas mayores o con osteoporosis.
El ejercicio físico contribuye a mantener controlado tu peso lo que indirectamente repercute en la disminución de los niveles de colesterol.
La práctica regular de ejercicio físico ayuda a combatir la depresión, estimula la memoria y ralentiza el progreso de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson gracias a que contibuye a aumentar la vascularización cerebral y el número de sinápsis cerebrales.
El ejercicio físico aumenta la producción de endorfinas, estas hormonas actúan aumentando la sensación de bienestar, el deporte activa estas endorfinas mejorando nuestro estado de ánimo y disminuyendo nuestro nivel de estrás y ansiedad.
Cuando practicamos deporte o hacemos alguna actividad que nos resulte gratificante el cerebro libera endorfinas de forma que nuestro cuerpo percibe esta liberación de endorfinas como algo placentero y quiere repetir, es por eso que se suele decir que el deporte "engancha".
Por otra parte mientras realizas ejercicio físico sueles desconectar de tus problemas y preocupaciones y al acabar sientes una gran sensación de satisfacción.
La práctica habitaual de ejercicio físisco moderado repercute en el funcionamiento del sistema inmunitario aumentando la producción de linfocitos y disminuyendo así la aparición de enfermedades. Sin embargo el ejercicio físico muy intenso puede ocasionar una bajón inmunológico debido al desgaste al que se somete al cuerpo.
Sentirte bien físicamente es imprescindible para estar feliz y sentirte sano, el deporte consigue aumentar nuestra autoestima ya que nos ayuda a moldear nuestro cuerpo, perder peso si es necesario y a fortalecer nuestros músculos mejorando así nuestra imagen.
Por otro lado el sentimiento del deber cumplido al acabar nuestra sesión de deporte diario y la superación de los retos autoimpuestos aumenta nuestra satisfacción personal lo que repercute diretamente en nuestra autoestima.
Para perder peso es tan importante cuidar nuestra dieta como acostumbrarse a hacer ejercicio físico a diario. El deporte es la forma más eficaz de perder peso, para conseguirlo es necesario que las calorías perdidas superen a las ingeridas. Si nos acostumbramos a hacer deporte a diario durante mucho tiempo seguido conseguiremos aumentar nuestro metabolismo basal, esto es la cantidad de calorías que perdemos en reposo, de modo que aunque estemos algún tiempo sin practicar deporte nuestro metabolismo basal seguirá elevado.
Existen estudios que demuestran que practicar ejercicio físico de forma habitual disminuye el riesgo de desarrollar hasta 13 tipos distintos de cáncer entre los que se encuentran el de pulmón, colon, estómago y mama. las mujeres que no practican deporte tienen un 70% más de riesgo de padecer cancer de mama.
El ejercicio físico mejora las respuestas de nuestro organismo ante posibles enfermedades incluido el cáncer.
Por otro lado realizar ejercicio físico cuando se está en tratamiento contra el cáncer es muy importante ya que disminuye la aparición de efectos adversos de los medicamentos y evita la pérdida de masa muscular disminuyendo así la sensación de deb¡bilidad.
Las personas con una buena masa muscular presentan una mayor tolerancia a la quimioterapia.
Por lo tanto, incorporar el deporte a nuestra rutina diaria es fundamental ya que nos hará sentirnos mejor por dentro y por fuera, aumentará nuestra autoestima y en general nuestra felicidad ya que nos ayudará a sentirnos bien, a sociabilizar y nos mantendrá activos aumentando nuestra autoexigencia.