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El sol es fuente de energía y de vitalidad, durante el verano nuestros niños pasan muchas horas al sol pero no sólo en la playa o en la piscina también en el parque, en los patios del colegio, etc.
El sol nos ayuda a sintetizar Vitamina D favoreciendo así la absorción de calcio fundamental para el crecimiento de los huesos y el correcto desarrollo de nuestros hijos. Debes saber que para obtener la dosis necesaria de vitamina D es suficiente con 15 minutos de sol al día.
Es importante tener en cuenta que los niños menores de tres años no deberían estar expuestos directamente al sol ya que su piel es muy frágil y delicada y esta exposición intensa al sol podría causarles quemaduras importantes y daños en su ADN celular lo que originaría problemas graves de piel en la edad adulta. Por si fuera poco nuestra piel tiene memoria y el sol que tomamos a lo largo de nuestra vida es acumulativo, así, una vez sobrepasado nuestro capital solar empezamos a sufrir procesos de fotoenvejecimiento cutáneo como manchas, arrugas e incluso la aparición de cáncer de piel.
Con los niños pequeños es importante seguir una serie de recomendaciones:
Otro de los peligros del sol muy frecuentes en niños es la posibilidad de sufrir un golpe de calor:
A veces sin darnos cuenta nuestros hijos están expuestos a varias horas de sol mientras juegan, pasean etc, el cuerpo de nuestros hijos no se adapta con tanta facilidad a las altas temperaturas con lo que es fácil que sufra una insolación o incluso un golpe de calor.
Un golpe de calor consiste en un shock térmico debido a un sobrecalentamiento excesivo del cuerpo como consecuencia de temperaturas muy altas, en esta situación el organismo, especialmente el de los niños y ancianos no es capaz de regular la temperatura de forma que la temperatura corporal aumenta de forma muy rápida.
Hay que estar muy pendientes y observar a nuestros niños ya que un golpe de calor puede llegar a ser muy grave e incluso producir la muerte.
Así, si observas que tu hijo despues de un día de sol está demasiado enrojecido, se queja de dolor de cabeza, lo notas desorientado o mareado puedes sospechar que está sufriendo un golpe de calor.
En estados muy avanzados el niño sufrirá una fuerte deshidratación con lo que dejará de orinar o lo hará muy poco.
Para evitar que esto ocurra debes vigilar a tu hijo para que no pase mucho tiempo al sol, obligarlos a beber agua frecuentemente, vestirlos con ropa ligera y acostumbrarles a usar un gorrito.
Si sospechas que tu hijo está sufriendo un golpe de calor lo más importante es que intentes bajarle la temperatura corporal:
Otro grave problema relacionado con el sol esla aparición de quemaduras solares. No se recomienda llevar a los bebés a la playa ya que su piel es muy sensible a la radiación solar e incluso debajo de la sombrilla reciben el 30% de la misma.
Como ya sabes la crema debe ponerse 30 minutos antes de exponerse al sol y repetir la aplicación cada hora aproximadamente sobre todo si el niño va a estar entrando y saliendo del agua o frotándose en la arena.
Si aún así tu hijo se ha quemado debes apartarlo del sol, darle un baño de agua tibia teniendo mucho cuidado al secarlo, no lo frotes ya que puede ser muy doloroso y a continuación aplícale una loción calmante. En FarmaTopVentas nos gusta mucho la locíón Aftersun de Avene con agua calmente de avene que alivia el dolor y regenera la piel.
Si tu hijo tiene menos de un año y sufre una quemadura solar o tiene fiebre lo más conveniente es que lo lleves al centro de salud más cercano.
Una quemadura solar en la infancia aumenta de forma considerable el riesgo de sufrir algún proceso más grave en la edad adulta, por ello es muy importante educar a nuestros hijos en la autoprotección, el 80% de los cánceres de piel podrían evitarse si de niños nos hubiésemos protegido de forma correcta.