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Esta siendo una época muy dura para todos, llevamos ya demasiado tiempo con esta pandemia que nos ha obligado a cambiar nuestra forma de vida de manera radical haciendo que pasemos mucho más tiempo en casa y dejemos de hacer cosas que nos hacían felices, a esto se le une la preocupación y el estrés por la situación que estamos viviendo.
Para subir este estado de ánimo en el que muchos nos encontramos no hay nada mejor como aprovechar los primeros rayos de sol del año para darse un paseíto, hacer deporte o ir a leer al aire libre.
El resfriado es una afección que padecemos todos varias veces durante el año. Una persona adulta suele sufrir al menos dos durante el año y este número se multiplica por dos en los niños.
CausasEl resfriado está causado por distintos tipos de virus, los más comunes son los rinovirus que también son los responsables de afecciones como otitis, sinusitis e incluso asma. Estos virus se encuentran en las gotitas de saliva que se encuentran en el aire o que incluso se depositan en los objetos que tocamos.
Si alguna vez has padecido la gripe seguro que te ha quedado claro que es muy diferente a los frecuentes resfriados que solemos padecer durante todo el año. Ambas patologías son infecciones del tracto respiratorio superior causadas por un virus y tienen síntomas parecidos aunque en el caso de la gripe son mucho más severos e incluso incapacitantes.
GripeEs una infección de tipo vírico causada por un virus llamado Influenza, es muy fácilmente contagiable y sus síntomas principales son:
Con el frío nuestra piel sufre en exceso ya que durante el invierno disminuyen los niveles de humedad y la piel reacciona liberando hidratación de modo que cada vez se reseca más. No todas la pieles acusan el frío con la misma intensidad:
pieles más grasas poseen gran cantidad de lípidos sobre su superficie que las protegen de las baja temperaturaspieles más secas tienen una barrera llipídica con menor cantidad de lípidos lo que unido a su mayor fragilidad y menor grosor la convierten en una piel mucho más sensible a la que afectan de forma más agresiva los cambios de temperatura.Por lo tanto, factores como el frío, el viento, la falta de humedad, la calefacción y el uso de exceso de ropa potencian que una piel ya de por sí con tendencia a ser seca sufra aún más aumentando su sequedad lo que puede provocar tirantez y picor.
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo. Actúa como una barrera, protegiéndonos del exterior y, por esa razón, se ve sometida a continuas agresiones provocadas por el sol, la contaminación y el frío, entre otras cosas. Todo esto hace que la piel sufra, por ello debemos adaptarnoa a cada situación, dándole a esa parte de nuestro cuerpo los cuidados que se merece. Tampoco hay que olvidar que una mala alimentación puede contribuir al deterioro celular, por lo tanto habrá que tener en cuenta ese factor interno a la hora de cuidar la piel.
Cómo debo cuidar mi piel en inviernoEn invierno nuestra piel se ve sometida a cambios de temperatura bruscos y constantes. El frío y sobre todo el viento resecan nuestra piel volviéndola más frágil y sensible. Además, la calefacción de interiores resta humedad al ambiente empeorando el aspecto de nuestra piel y haciendo que esta se encuentre más deshidratada.